domingo, 21 de febrero de 2016

De la vanidad de las palabras, Montaigne.

En el capítulo LI, Montaigne hace una crítica a la retórica. Al principio del texto nombre citas de filósofos los cuales estaban en contra de la retórica, y decían que esta solo servía para engañar a los más ingenuos. Compara varias veces la grandiosidad de Grecia con la decadencia de Roma, y ese fracaso lo atribuye a la utilización de la retórica, como medio de comunicarse con el pueblo para así mantener a este engañado. Para él, la retórica es tan solo un modo de engañar con palabras, adornar las cosas de manera que ya no sabemos la importancia que tiene verdaderamente un personaje importante o un hecho histórico, porque nos acaban engañando con discursos y elogios de manera que solo creemos lo que quieren que creamos, y con quieren me refiero a los que mandan.

miércoles, 17 de febrero de 2016





Durante el Renacimiento los artistas buscaban el equilibrio, la tranquilidad, y la belleza, buscaban crear un mundo ideal  perfecto, como el que habían desarrollado griegos y romanos. La siguiente imagen es El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli. En esta imagen se puede observar la belleza ideal de la mujer que parece salir de la concha, rubia de piel blanca y con un rostro que transmite tranquilidad, y a su alrededor elementos de la naturaleza y de la mitología, como los ángeles que se sitúan a su izquierda y hacen que esa brisa haga ondear el cabello de la perfecta Venus.

En cambio, la etapa siguiente al Renacimiento, el Barroco se producen cambios, ya que el objetivo es que las imágenes impacten al receptor, que transmitan sentimientos y emociones, sobre todo en los rostros. La siguiente imagen es de Bartolomé Esteban Murillo. En ella podemos ver reflejada la pobreza de la época, por las vestimentas de los niños y su pobre comida, a parte de su físico. La imagen transmite un sentimiento mucho más triste y pesimista que la anterior, refleja una realidad que se vivía en la época.

domingo, 14 de febrero de 2016

El cortesano, Castiglione.

En este fragmento de la obra de Castiglione, el autor describe como sería el hombre ideal desde su punto de vista. Para él, el hombre ideal debe de ser culto, un hombre de letras, guapo y con buen físico, que sepa de música y pintura y por supuesto que sea hábil en la lucha. Como podemos ver, el hombre ideal tendría cualidades en sí mismo que en épocas anteriores se atribuían a más de una personalidad, ya que los guerreros no sabían de letras, y los hombres de letras no sabían pelear, pero además de todo eso Castiglione opina que tiene que ser apuesto.